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martes, 15 de marzo de 2011

Despreocupación.

No es que me importe, es algo que me despreocupa , tal despreocupación es lo que de verdad me preocupa. Despreocuparse de algo que debería importarte no es bueno. Vaya... creo que .. hasta quiero vengarme, y lo mejor , es que sé como cuando y por qué. Tengo algún don que otro , pero.. el de la paciencia , no lo encontraréis en mi , ni por asomo.. Pero esta vez.. quiero sorprenderme a mi misma, ir poco a poco , acechando como el tigre, y esque.. por una vez, voy a recurrir a los refranes, la venganza se sirve en plato frío. Pero.. ¿y si la despreocupación llega hasta tal punto que no me preocupe ni en sacar la venganza del frigorífico? Diría que la impotencia también me mueve, pero seamos razonables, con cosas mas pequeñas se hicieron guerras mundiales, dejemos que la venganza se congele, y que no vuelva a dar señales de vida.